Por Guía Pateperro.
Publicado el 14/07/2021.
Waffle Libre es un emprendimiento local que inició su atención al público a finales del 2019. Luego de pasar varios meses en fase experimental de producto y marca, basándose fundamentalmente en la práctica y el error constante, teniendo a la mano únicamente plataformas de información libre, un mercado cercano para adquirir productos locales y muchos sueños que esperaban materializarse dentro de una mente, a la que luego se fueron incorporando más mentes y un invaluable trabajo colaborativo.
Sin duda, Cajamarca es un mercado lleno de posibilidades para innovar, pero con un público bastante heterogéneo y voluble, y aunque eso podría significar un posible fracaso, para Waffle Libre también se abrían otras ventanas llenas de posibilidades de aceptación y buen andar para su tipo de negocio, eso ayudó mucho para que tome el riesgo de iniciar su camino, con un rubro que buscaba especializarse en un producto nuevo en la ciudad, pensado para llevar y de fácil acceso. En un inicio no tenía totalmente clarificado quien podría ser específicamente su público objetivo, justamente por ser un producto nuevo, pero durante los tres primeros meses los empezó a conocer.
En cuanto a sus operaciones, durante el camino hacia el encuentro de la masa de waffle ideal (para el gusto de la fundadora), le surgió la idea de ofrecer dos tipos de masa como base de los waffles: crujiente y esponjosa, para posteriormente incorporar una tercera opción vegana, libre de gluten y azúcar. Y así poco a poco un día en medio de intentos aparecieron las masas ´´ideales´´, con muchos post its acumulados en una mesa de cocina, y la incertidumbre de descubrir, cuál sería la receta que se había puesto en práctica en ese momento, nos comenta como anécdota la fundadora. Luego, con su base ya resuelta empezó a trabajar la parte gráfica, e intentos de una carta tentativa por varias semanas, intensas y llenas de waffles y mieles.
Waffle Libre ha buscado incluir en su carta opciones atractivas, equilibradas y sobre todo, propias. Que en su mayoría contengan mieles o toppings elaborados con insumos locales en su espacio de producción, para garantizar su calidad y composición adecuada. Tiene como visión elaborar un producto apetecible y con precios justos, para que muchas personas puedan darse y compartir un gustito dulce, el mejor regalo para Waffle Libre, es un cliente que se vuelve amigo o amiga, de tantas veces que visita la tienda, aquel o aquella al que ya saben que ofrecerle y posiblemente tendrá un momento de alegría al recibir su waffle.
Waffle Libre ya tenía la masa, ya tenía los toppings, un logo, los colores que más le hacían sentir feliz, una carta en camino y varias fotos en proceso, es así como en noviembre del 2019, con dos baldes de pintura, una caja gigante de mapresa que fue un obsequio y unas cuantas herramientas, empezó ha ser tangible como espacio físico en 4 metros cuadrados frente a la Plazuela Belén, inició operaciones el 12 de noviembre, con continuidad, notable aceptación y aumento de público interesado en probar los waffles, esos dulces que veían pasar en unas bandejas de cartón a personas que iban caminando por Belén y pasando la voz a amigos y las etiquetas que empezaban a circular en Instagram de un pequeño negocio en Belén.
En marzo del 2019, cuando la palabra Pandemia no resonaba en nuestras mentes, salvo por noticias internacionales, tuvieron que mudarse por motivos de fuerza mayor, a un local que seguía en el centro histórico a dos cuadras de la Plazuela Belén donde tenían un poco más de espacio que les permitió colocar un par de mesas para consumo en tienda, donde sólo operaron por unos días, antes de declararse el Estado de Emergencia Nacional, en el que seguimos inmersos.
Por disposiciones del gobierno y también por cuidado de las personas que trabajaban en ese momento detuvieron actividades en su totalidad por cerca de cuatro meses. Hasta el periodo de reactivación económica que inició permitiendo la modalidad únicamente de recojo en tienda y delivery, para lo que tuvieron que elaborar protocolos de seguridad y actualizar sus procesos para poder cumplir de forma efectiva los pedidos que surgían, que en medio de inamovilidad social eran muy escasos, y a manera de cuentagotas fueron aumentando uno a uno, día a día.
En la actualidad, ha regresado a la Plazuela Belén, el lugar que tanto le gusta y con el que siente un fuerte vínculo y gratitud muy grande, ahora cuenta con un espacio más amplio, un carrito de bebidas, un corner de cervezas artesanales, dos personas en producción, dos personas en atención al público, y no es un reflejo del auge que han podido presentar durante la pandemia, ya que ha sido golpeado como todos los emprendimientos vinculados al rubro de comidas a nivel mundial, está tomando riesgos con esperanzas de que vendrán tiempos mejores, con más movimiento en la calles, con menos peligros biológicos y bueno, que se haya dado la oportunidad de que su realidad sea así ahora, “seguramente por algo será”, nos dice Eve Navarro, fundadora y cara del proyecto Waffle Libre, representando a varias personas que han aportado y aportan día a día de forma invaluable en este camino de la Libertad.
Contáctate con Waffle Libre a través de nuestro directorio de recomendaciones, en Facebook como Waffle Libre Cajamarca o por Instagram a @wafflelibre.